La prohibición de adorar imágenes es una de las enseñanzas más claras y antiguas en la Biblia. A lo largo de la historia, ha habido un debate constante sobre la interpretación de esta enseñanza, especialmente en la Iglesia Católica, donde el uso de imágenes religiosas es una parte integral de la tradición.
A continuación, exploraremos la enseñanza de la Biblia sobre la adoración de imágenes, la diferencia entre imágenes e ídolos y la posición oficial de la Iglesia Católica al respecto.
Versículo de la Biblia donde dice «no adorarás imágenes y falsos ídolos»
Son varios los versículos de la Biblia en los que se prohibe adorar imágenes. Estos son algunos de los más importantes:
«No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque Yo soy Yahvé, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, y que uso de misericordia hasta mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos». Éxodo 20, 4 – 6.
«Guardad bien vuestras almas —pues no visteis figura alguna el día que Yahvé habló con vosotros en el Horeb, de en medio del fuego— no sea que corrompiéndoos os hagáis estatuas, figuras de ídolos, imágenes de hombre o de mujer». Deuteronomio 4, 15 – 16.
«Entregarás al fuego las estatuas de sus dioses. No codicies la plata y el oro que hubiere sobre ellas, ni lo tomarás para ti, no sea que te sirva para ruina; porque es abominación para Yahvé, tu Dios». Deuteronomio 7, 25.
Estos pasajes de la Biblia dejan claro que la adoración de imágenes es inaceptable desde una perspectiva bíblica, ya que desvía la adoración que solo debe rendirse a Dios.
¿Los católicos adoran imágenes?
Tras leer estos y otros pasajes de la Palabra de Dios, muchos se preguntan ¿por qué los católicos adoran imágenes?
Ante esta pregunta, los católicos afirman cumplir con el mandato de Dios de no adorar imágenes y que solo las utilizan como objeto de veneración.
La Iglesia Católica defiende el uso de imágenes religiosas como ayudas para la devoción y la oración, siempre y cuando no se conviertan en objetos de adoración en sí mismas.
¿Cuál es la adoración?
La adoración se resume en el primer mandamiento: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas».
Al respecto, el Catecismo de la Iglesia Católica señala que «adorar a Dios es reconocerle como Dios, como Creador y Salvador, Señor y Dueño de todo lo que existe, como Amor infinito y misericordioso».
«Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absolutos, la “nada de la criatura”, que sólo existe por Dios. Adorar a Dios es alabarlo, exaltarle y humillarse a sí mismo, como hace María en el Magníficat, confesando con gratitud que Él ha hecho grandes cosas y que su nombre es santo», detalla el Catecismo.
¿Por qué los católicos «adoran» imágenes?
La Iglesia Católica niega rotundamente la adoración de imágenes y afirma que «el culto cristiano de las imágenes no es contrario al primer mandamiento que proscribe los ídolos».
Santo Tomás de Aquino explicaba que «el culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que ella es imagen».
Sobre los pasajes bíblicos antes mencionados que aparentemente prohiben cualquier tipo de culto a las imágenes, Mons. Juan Straubinger señalaba que esta prohibición se refiere a todas las representaciones que podrían disminuir el culto que se debe a Dios.
Para el religioso autor de una de las mejores traducciones de la Biblia en español aquellkos pasajes quieren sobre todo, preservar de la idolatría, porque fácilmente hubieran tomado la imagen por realidad, como lo hacían los paganos con sus ídolos.
Culto a imágenes en la Biblia que no son idolatría
La postura de la Iglesia Católica cobra mucha valides cuando se constata en la Biblia que en muchas ocasiones las imágenes fueron objeto de culto y Dios no condenó dichas prácticas. Es más, en algunas ocasiones Dios mismo mandó a construir imágenes.
«Harás asimismo un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. Harás, además, dos querubines de oro; los harás de oro labrado a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. Haz un querubín en un extremo y el otro querubín en el otro extremo. Haréis los querubines de tal manera que formen una sola pieza con el propiciatorio, a sus dos extremos. Los querubines estarán con sus alas extendidas hacia arriba, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro y con las caras vueltas hacia el propiciatorio. Pondrás el propiciatorio sobre el Arca, y dentro del Arca el Testimonio que Yo te daré. Allí me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el Arca del Testimonio, te intimaré todas mis órdenes para los hijos, de Israel«. Éxodo 25, 17 – 22.
«Dijo entonces Yahvé a Moisés: ‘Hazte una serpiente, y ponla en un asta; quienquiera que haya sido mordido y la mirare, vivirá’. Hizo, pues, Moisés una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta, y quienquiera que mordido por una serpiente dirigía su mirada a la serpiente de bronce se curaba». Números 21, 8 – 9.
Jesús mismo se comparó con aquella serpiente de bronce.
«Y como Moisés, en el desierto, levantó la serpiente, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado. Para que todo el que cree tenga en Él vida eterna». Juan 3, 14 – 15.