Ozzy Osbourne, la icónica figura del rock y leyenda de Black Sabbath, ha dejado este mundo a los 76 años, poco después de dar su último concierto en su ciudad natal. Conocido cariñosamente como The Prince of Darkness, Ozzy había estado enfrentando problemas de salud en los últimos años, lo que lo llevó a retirarse de su carrera musical. Sin embargo, estuvo rodeado de su amorosa familia en sus últimos momentos.
A pesar de su lucha contra la enfermedad de Parkinson, Ozzy se comprometió con un riguroso programa de entrenamiento para poder encabezar un gran espectáculo en Birmingham titulado Back To The Beginning el 5 de julio. Su esposa, Sharon, compartió que Ozzy trabajaba diariamente con su terapeuta y que estaba haciendo un progreso notable. “Lo más importante para Ozzy son sus fans, así que está dedicando mucho esfuerzo para estar listo para ellos y hacer de este espectáculo la despedida perfecta”, comentó Sharon.
El año pasado, Ozzy no pudo asistir a la ceremonia de inducción de Black Sabbath al Salón de la Fama del Rock’N’Roll en Estados Unidos debido a su salud. Sin embargo, en el espectáculo Back To The Beginning, Ozzy brilló en un trono negro, ya que no podía ponerse de pie, demostrando su dedicación y amor por sus seguidores hasta el final.
Ozzy, después de haber pasado por varias cirugías de espalda y cuello, decidió mudarse a Los Ángeles para trabajar con un terapeuta de rehabilitación especializado. Su objetivo es poder estar de pie en el escenario durante varios minutos, caminar con más libertad y mejorar su equilibrio.
Esto ocurre solo unas semanas después de que su hija menor, Kelly, se comprometiera en el concierto Back To The Beginning en Villa Park, frente a Ozzy y Sharon.
La última vez que Ozzy fue visto en público fue poco antes de su fallecimiento, cuando se reunió con sus fans en Comic Con Midlands. La gente hizo largas filas para tener la oportunidad de tomarse una foto con su ídolo.
En el evento, celebrado en el NEC de Birmingham, Ozzy estuvo acompañado por su esposa Sharon, su hija Kelly y su hijo Jack. Los que compraron el paquete VIP Ultimate Sin también recibieron fotos firmadas de 8×10 del cuarteto y tuvieron la opción de comprar una sesión de fotos profesional con Ozzy y el autógrafo en su álbum Paranoid, por un costo adicional.
Para aquellos que querían que Ozzy firmara su micrófono o guitarra, el costo era de 750 libras esterlinas, lo que significaba un gasto total de 1.416 libras esterlinas, incluyendo el paquete VIP Ultimate Sin. Los fans también podían tomarse una foto profesional con Ozzy, quien padecía la enfermedad de Parkinson, por 300 libras esterlinas, sumando un total de 966 libras esterlinas, incluyendo el paquete de primer nivel.
Además, Ozzy firmó álbumes, juguetes o pósters por 375 libras esterlinas, y libros por 225 libras esterlinas, para los seguidores con estatus de paquete VIP, según una publicación de Facebook de Comic Con Midlands.