Exorcista revela qué hacer en Halloween para no caer en las trampas del mal

Halloween, una festividad que ha evolucionado a lo largo de los años, puede plantear desafíos para los católicos que desean celebrarla de manera segura desde una perspectiva espiritual. Por eso, Mons. Stephen Rossetti, exorcista del Centro St. Michael para la Renovación Espiritual, ofrece valiosas pautas sobre cómo los católicos pueden abordar Halloween sin caer en las trampas del mal.

En un video informativo, Mons. Rossetti destaca la importancia de mantener un enfoque espiritual en una festividad que a menudo se relaciona con disfraces de brujas y demonios.

Mons. Rossetti comienza su explicación con una afirmación tajante: «Si tuvieras alguna idea de lo fea que es la brujería o de lo increíblemente malvados que son los demonios, ni siquiera pensarías en eso«. Esta declaración resalta la gravedad de involucrarse en actividades relacionadas con lo oculto y subraya la necesidad de mantenerse alejado de la representación de personajes malignos, como demonios o brujas.

El exorcista también advierte que el diablo está particularmente activo en Halloween, y su influencia puede ser peligrosa.

Para contrarrestar esta influencia maligna, Mons. Rossetti destaca la importancia de la oración, asistir a misa y la adoración eucarística. Estas prácticas espirituales fortalecen la conexión con Dios y proporcionan una defensa efectiva contra el mal.

En vísperas de la Fiesta de Todos los Santos, los demonios intentan pervertir algo sagrado como la celebración de los santos, explica el exorcista. Este fenómeno se conoce como «inversión satánica», y su objetivo es desviar la atención de lo sagrado hacia lo profano. Para contrarrestar este intento de corromper una festividad cristiana, Mons. Rossetti insiste en la importancia de la oración, la misa y el rezo del Santo Rosario como herramientas efectivas.

El exorcista también enfatiza que no hay nada de malo en que los niños vayan de casa en casa recolectando dulces, una tradición popular de Halloween. Sin embargo, disfrazarse como brujas o demonios es una elección que debe ser evitada, ya que esto puede glorificar la representación del mal y sus fuerzas.

Mons. Rossetti subraya la importancia de comprender la gravedad de involucrarse en tales prácticas y cómo pueden afectar negativamente la espiritualidad de las personas.

El religioso también comparte una idea que considera positiva y apropiada para los católicos en Halloween. Sugiere que los niños se disfracen de su santo favorito en lugar de personajes malignos. Esta idea promueve la admiración de los santos, quienes son modelos a seguir en la fe católica, y fomenta una conexión más profunda con la espiritualidad cristiana.

Para aquellos que buscan un equilibrio entre la diversión de las festividades y la protección de su fe, Mons. Rossetti ofrece una sugerencia interesante. En su centro, realizan una «hora santa» cerca de la medianoche en Halloween, y a veces, extienden esta práctica durante varias horas. Esto sirve como una forma efectiva de contrarrestar la influencia negativa de la festividad, manteniendo una conexión sólida con Dios en un momento en el que los demonios intentan pervertir lo sagrado.

En última instancia, Mons. Rossetti enfatiza que las festividades y la diversión en Halloween no están reñidas con la vida espiritual. Sin embargo, no debemos olvidar que la oración y la promoción del reino de Dios son fundamentales.

Celebrar de manera segura y espiritual en Halloween implica encontrar un equilibrio entre disfrutar de la festividad y proteger nuestra relación con Dios.