Halloween: Esto dicen los exorcistas Gabriele Amorth y el Padre Fortea sobre este polémico día

Halloween, la festividad que ha ganado popularidad en todo el mundo, se ha convertido en un tema de debate entre católicos preocupados por sus posibles connotaciones demoníacas.

Ante la incertidumbre que rodea a esta celebración, dos prominentes exorcistas, el padre Gabriele Amorth y el padre José Antonio Fortea, expresaron sus opiniones sobre Halloween, ofreciendo perspectivas contrastantes.

¿Qué dice el exorcista Gabriele Amorth sobre Halloween?

El Padre Gabriele Amorth, conocido como el «exorcista del Vaticano», mantuvo una visión extremadamente crítica de Halloween. En una entrevista con el periodista italiano Bruno Volpe, el padre Amorth calificó a Halloween como una trampa del demonio. Argumentó que la festividad era «anticristiana y anticatólica» y sostenía que el diablo pretendía alterar los planes de Dios a través de esta celebración.

El padre Amorth no escatimó en sus críticas hacia los católicos italianos que participaban en Halloween, afirmando que celebrar esta festividad era como rendir homenaje al diablo y darle derechos sobre las personas. Además, sostenía que esta celebración tenía graves consecuencias para la sociedad, contribuyendo al aumento de problemas en la salud mental y el comportamiento de los jóvenes. Según él, la astucia del demonio residía en presentar Halloween como una festividad inofensiva, lo que reflejaba una sociedad que ya no reconocía el pecado como tal.

El Padre Fortea habla sobre Halloween

Por otro lado, el Padre José Antonio Fortea, un exorcista español, presentó una perspectiva más matizada sobre Halloween. En una entrevista con ACI Prensa, destacó que Halloween, en sus inicios, no tenía nada de malo y consistía en disfraces e intercambio de golosinas. Sin embargo, el padre Fortea reconoció que con el tiempo, la festividad había evolucionado y algunos disfraces y elementos de Halloween se habían vuelto más relacionados con lo macabro y lo siniestro.

El padre Fortea subrayó que no se podía afirmar de manera taxativa que Halloween fuese demoníaco. Para él, muchos padres católicos celebraban la festividad de manera inocente, simplemente disfrazando a sus hijos y participando en actividades escolares. Sin embargo, también señaló que ciertos disfraces extremadamente grotescos, llenos de sangre y vísceras, no podían considerarse moralmente neutros y eran inapropiados.

Aunque las opiniones del padre Amorth y el padre Fortea sobre Halloween difieren en algunos aspectos, ambos exorcistas compartían preocupaciones sobre la evolución de la festividad y su relación con elementos oscuros. Ambos expresaron inquietudes sobre la posibilidad de que Halloween pudiera, en ciertos casos, abrir la puerta a influencias negativas o llevar a comportamientos inapropiados, especialmente entre los jóvenes.