Bree Solstad, una ex actriz y creadora de películas pornográficas, abandonó su antigua vida de pecado para convertirse al catolicismo y ser recibida en la Iglesia durante la Vigilia Pascual de Semana Santa este 2024.
«Lloré con abundante alegría después de recibir por primera vez el cuerpo y la sangre de Jesús», dijo a los medios, «mi vida nunca volverá a ser la misma».
Conocida en X, antes Twitter, como «Miss B Converted«, Solstad publicó su anuncio de conversión el 1 de enero. «He decidido dejar el trabajo sexual. Arrepentirme de mis innumerables pecados. Renunciar a mi vida de pecado, riqueza, vicio y vana autoobsesión», escribió. «Esta es una experiencia humillante, y sé que puede ser objeto de burla o cuestionada por muchos. Estoy renunciando a todos mis ingresos y entregando mi vida a Cristo».
Como Solstad predijo, recibió algunas reacciones ofensivas de muchos de sus antiguos seguidores. Sim embargo, ella respondió afirmando que «sus persecuciones y burlas sólo me hacen compartir más mi amor por Jesús».
A pesar de haber recibido el bautismo en una iglesia luterana a los 8 años y haber participado activamente del protestantismo durante su infancia, Solstad entró en la industria de la pornografía durante su juventud participando como actriz y productora durante aproximadamente una década.
«Después de ir a la universidad, me alejé completamente de la fe y caí en un estilo de vida de borracheras, drogas y promiscuidad», explicó la ex actriz y productora porno. «Fui una de las principales creadoras de contenidos para adultos en numerosos sitios web.»
Del arte a la fe
«En 2023, tuve la oportunidad de ir a Italia. La mayoría de los lugares que quería visitar eran iglesias… donde se encuentra todo el gran arte», dijo. «Pero una vez dentro de estas hermosas y antiguas basílicas, catedrales e iglesias, algo cambió radicalmente en mí. Empecé a apreciar el arte y las propias iglesias por la teología que expresaban».
«A diferencia de cualquier iglesia protestante a la que hubiera ido de niño, el crucifijo siempre estaba ahí, en tu cara. En cuanto entraba en una iglesia, veía claramente el regalo que nos había hecho», afirma Solstad.
«En Sorrento, veía a la Virgen María en las esquinas de todas partes. Sentí que María me llamaba de la forma más extraña». A partir de ahí, Florencia y Roma se convirtieron en un torbellino de arrodillarse, rezar y hacer preguntas sobre la teología que hay detrás de las mejores obras de arte del mundo.
«Cuando volví a casa, enseguida me di cuenta de que no me gustaba cómo era mi vida», dice. «Odiaba mi trabajo. Me sentía repugnante y culpable por el trabajo que había estado haciendo durante una década. No podía dejar de pensar en todas las cosas que había hecho y en todas las vidas a las que había afectado negativamente».
Movida por estos sentimientos, Solstad tomó la decisión de dialogar con un sacerdote católico cuyas palabras cambiaron por completo su vida.
«Cuando me dijo que Dios me amaba, sentí como si una lluvia de luces blancas y cálidas cayera en cascada sobre mí desde arriba», contó.
Tras este diálogo, la ex actriz de cine para adultos asegura haberse «enamorado de la Iglesia Católica» y de toda su doctrina, en especial de la Santa Eucaristía.
Su ingreso a la Iglesia Católica
Durante la última Vigilia Pascual de Semana Santa, Solstad fue incorporada a la Iglesia Católica recibiendo el sacramento de la Comunión y Confirmación.
Ella describe su Primera Comunión como «estos 5 segundos se quedarán para siempre grabados en mente, alma y corazón. Este es el mejor momento de mi vida».
«La fe es tan rica… Pero lo que más me ha roto el corazón es la Eucaristía. Jesús está físicamente presente en la Eucaristía en todas las iglesias católicas del mundo», dijo. «Mi vida nunca volverá a ser la misma».
«Esta tremenda relación afecta a todos los aspectos de mi vida y ha mejorado… bueno, todo», dijo. «Antes producía pornografía; ahora hago rosarios». Solstad renunció a todos sus ingresos procedentes de la pornografía, y ahora produce rosarios cristianos únicos, hechos a mano , que vende en Etsy.
«Antes presumía en las redes sociales de mis hazañas, y ahora rezo por mí y por los demás. Antes era una miserable y horrible pecadora, y lo sigo siendo, pero me han dado el sacramento de la confesión y me he lavado», dijo.