¿Por qué Católicos y Protestantes celebran el Mes de la Biblia en Septiembre?

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Septiembre posee una gran significancia para quienes profesamos la fe cristiana, ya que se conmemora el mes de la Biblia. Sin embargo, es interesante destacar que católicos y protestantes tienen motivos distintos para celebrarlo. A continuación, ahondaremos en las razones detrás de esta festividad.

Protestantes

Las iglesias evangélicas y protestantes conmemoran el 26 de septiembre de 1569 como una fecha significativa en la historia de la Biblia en español, ya que marcó la finalización de la impresión de los primeros 260 ejemplares de «la Biblia del Oso» en Suiza. Este evento es considerado un hito en el mundo protestante, a menudo llamado «la primera Biblia en español».

La traducción de esta Biblia fue obra de Casiodoro de Reina y posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, dando origen con el tiempo a la Biblia Reina Valera, que se convirtió en la versión protestante más ampliamente difundida entre los hispanohablantes.

No obstante, la creencia común de que «la Biblia del Oso» fue la primera traducción de las Sagradas Escrituras al español no es completamente precisa.

En realidad, la primera Biblia en español fue la Biblia Alfonsina, completada en el año 1280. Esta traducción se llevó a cabo por encargo del rey Alfonso X, quien tenía la ambición de crear una biblioteca que abarcara toda la historia del mundo desde el Génesis hasta la vida de su padre, el rey Fernando III.

Es importante destacar que «la Biblia del Oso» se destacó no tanto por ser la primera traducción, sino por ser la primera Biblia en español de divulgación masiva. Esto se debió a la reciente invención de la imprenta, que permitió la producción de múltiples copias de un mismo libro de manera eficiente.

Este avance tecnológico revolucionario permitió que las Escrituras estuvieran al alcance de un público más amplio que nunca antes, lo que contribuyó significativamente a su difusión y estudio en el mundo de habla hispana.

Catolicos

Los católicos dedican el mes de septiembre a la veneración de la Biblia, y esto se debe en gran parte a la conmemoración de la vida y obra de un ilustre santo: San Jerónimo de Estridón.

San Jerónimo se destacó como un erudito del latín en una época en la que esto implicaba un profundo dominio del griego. Aunque tenía cierto conocimiento del hebreo al comenzar su proyecto de traducción, decidió trasladarse a Belén para perfeccionar su dominio de este idioma. Su monumental labor de traducción se inició en el año 382, cuando comenzó a corregir la versión latina existente del Nuevo Testamento.

Alrededor del año 390, San Jerónimo se adentró en el Antiguo Testamento en hebreo. Finalmente, culminó su tarea monumental en el año 405.

Si Agustín de Hipona es considerado el padre de la teología latina, Jerónimo de Estridón es sin duda el padre de la exégesis bíblica. A través de sus obras, que reflejaban su prodigiosa erudición, ejerció una influencia perdurable en la forma en que se traducían e interpretaban las Sagradas Escrituras, así como en el uso del latín como medio de comunicación en la historia de la Iglesia.

San Jerónimo solía decir: «Ama la sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias».

Estas palabras resumen su profundo respeto y devoción por la Biblia. Como el traductor de la Biblia al latín, su legado perdura y su festividad se celebra con reverencia cada 30 de septiembre, recordando su contribución inestimable a la comprensión y difusión de las Escrituras en la fe católica.