Un sacerdote católico se vio obligado a morder la mano de una mujer para evitar que robara la Eucaristía en plena Misa.
Este incidente tuvo lugar el domingo por la tarde en la iglesia católica de Santo Tomás de Aquino, situada en St. Cloud.
Las autoridades policiales han enviado un informe a los fiscales, acusando al padre Fidel Rodríguez de un delito menor de agresión, aunque hasta ahora no se han presentado cargos formales y el sacerdote no ha sido arrestado.
En un comunicado emitido el jueves, la diócesis de Orlando expresó su desaprobación hacia cualquier tipo de altercado físico, pero defendió la acción del padre Rodríguez. Según la diócesis, el sacerdote actuó de buena fe con el único propósito de impedir un acto de profanación de la Sagrada Comunión, un deber que está obligado a cumplir como sacerdote.
La mujer involucrada, cuyo nombre ha sido omitido en el informe policial, relató a los agentes que Rodríguez se negó inicialmente a permitirle participar en la Comunión durante la misa matutina del domingo. Decidida, regresó por la tarde y, según su versión, Rodríguez intentó colocarle la hostia directamente en la boca, lo que la llevó a tomar otra hostia de Comunión que el sacerdote sostenía. Fue en ese momento cuando Rodríguez la sujetó y, según la mujer, le mordió el brazo.
Cuando la policía llegó al lugar de los hechos, Rodríguez declaró que había mordido a la mujer en un intento de protegerse a sí mismo y a la Sagrada Comunión. Explicó que la mujer ya había asistido a una misa anterior, pero que él le había negado la Comunión porque no parecía comprender los requisitos necesarios para participar en el ritual.
Rodríguez detalló que, cuando la mujer volvió a un servicio posterior y trató nuevamente de recibir la Comunión, ella lo empujó y agarró un puñado de hostias consagradas de la bandeja que él sostenía. Según el sacerdote, al percibir este acto como un sacrilegio, debido a que en la fe católica el pan de la Comunión se considera el cuerpo de Jesucristo, decidió sujetarla del brazo. Añadió que mordió el brazo de la mujer cuando ella se negó a soltar las hostias.
Los asistentes a la misa intervinieron para separar al sacerdote de la mujer. Varios testigos presentes en el lugar corroboraron la versión de Rodríguez y proporcionaron a la policía un vídeo del incidente.